Las leyes y penas en la época medieval no eran más que la muestra de un sistema social y de unas instituciones que monopolizaban todo el sistema y por ello las leyes eran el reflejo de esa monarquía absoluta y esa constante lucha por la abolición de los postulados que contradecian la iglesia, quien reinaba en ese entonces en toda la sociedad. Es decir, el poder era subsumido por la iglesia y todo giraba en torno a la religión y a los postulados de Dios, por ello se crean dogmas irrefutables para el cristianismo y cualquier atentado contra ello da lugar a una pena o castigo, de ahí que los castigos eran mirados desde una óptica divina donde si el juzgado era inocente su Dios lo salvaría de la pena y así mismo las leyes más que todo tipificaban delitos que iban en contra de la iglesia, ejemplo de ello lo vemos en la inquisición, una fuente de abolición de la herejía como uno de los delitos más penados en aquella época.
Ahora bien, la legislación en la edad media distaba mucho de conocer el concepto de dignidad humana y mucho menos de respetar derechos universales, pues ésta no mostraba sino una cara de desconocimiento por las libertades y garantías de muchos, cuando el poder era manejado por unos pocos. Esto en comparación con nuestra vida actual da al traste totalmente, pues ahora si vemos una legislación proporcional y racional que le ofrece al judicializado garantías inherentes y sobre todo el respeto por sus derechos universales.
Hoy en día la ley aplica penas y castigos teniendo en cuenta una norma que no contraria la constitución ni mucho menos los tratados internacionales, con lo cual los bienes jurídicos existentes son respetados y valorados según el caso.
En síntesis, las leyes y castigos de la edad media muestran un sistema rudimentario y primitivo donde no se valoraba a la persona como tal sino como un número más en la cadena de producción social. Y además muestra un desconocimiento total por las leyes como forma de garantizar la convivencia armónica de la sociedad, pues son vistas como una forma de retaliación contra quienes infringían normas que para la época eran relevantes pero que si las vemos desde la óptica actual no más que la muestra de una civilización arcaica y monopolizada.
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